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sábado, 20 de noviembre de 2010

Turismo clase economy


Anticiparse, ir en temporada baja, armarse el propio viaje, tomar aerolíneas de bajo costo, incursionar en aeropuertos alternativos, utilizar programas de lealtad... Hay muchas cosas que pueden hacerse para reducir al máximo el precio de viajar.

Es posible desprenderse de esa calculadorita mental que multiplica todo por cuatro o cinco cada vez que viajamos? ¿Cómo comprar sin culpa ese souvenir de la Torre Eiffel que –sabemos– cuando lleguemos a casa vamos a dejar tirado en cualquier rincón? Viajar es cada vez más caro, incluso en Argentina. El combustible, los pasajes y hasta los precios de los hoteles aumentan verano a verano. Sin embargo, esto no es excusa para no emprender el mejor viaje de su vida. Tomando ciertos recaudos y planificando bien el itinerario, es posible viajar sin salirse del presupuesto: sólo hay que tener un poco de imaginación y seguir ciertos consejos que no fallan.

“Anticiparse es siempre el mejor recurso para encontrar los precios ideales para un viaje. Es recomendable investigar en Internet y evaluar bien las opciones. Si uno planifica su viaje con tiempo es probable que tenga más flexibilidad para la fecha de partida y llegada, lo ayuda a encontrar pasajes más baratos, por ejemplo”, explica Guido Glikin, gerente general de Despegar.com.

pasaje aéreo

No voy en tren, voy en avión
Sin dudas, los pasajes representan una porción importante del presupuesto. No obstante, es posible achicar el gasto. “Recientemente se publicó un estudio que asegura que en una industria tan competitiva como las aerolíneas siempre es bueno anticiparse unos dos o tres meses –comenta Glikin–. Pero es cierto también que las ofertas pueden darse en cualquier momento. El turismo es muy dinámico y sus tarifas cambian de acuerdo a la oferta y la demanda.”

Si bien hace unos años las compañías aéreas pequeñas tenían mejores precios, hoy, según Glikin, “es un debate que está acabado, ya que todas las líneas compiten en las mismas rutas”.

Otro consejo es optar por aeropuertos alternativos: “Puede mejorar el precio, pero hay que tener cuidado ya que depende mucho del destino. En Argentina, nunca será igual aterrizar en Salta que en Jujuy, por ejemplo”.

Hay ciertos destinos donde también es determinante el día de la semana en que se viaja. “En Norteamérica, es más caro viajar un viernes a la noche que un martes a la mañana”, concluye Glikin.

Camping

¿Hotel, hostel o carpa?
Otro gasto importante a la hora de viajar es el alojamiento. Si es aventurero y le gusta la vida al aire libre, seguramente no tendrá problema en cargar su bolsa de dormir y recorrer el país con unos pocos pesos. Pero si su plan es otro, hay ciertos tips que le ayudarán a no gastar una fortuna en un hotel. “Si lo que quiere es ahorrar, lo ideal es viajar en temporada baja, ya que no sólo escapará a las aglomeraciones, sino que conseguirá mejores tarifas de hotel. El descuento puede alcanzar hasta un 50 por ciento”, afirma Mario Zavaleta, vicepresidente de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra). Y agrega: “Claro que para una familia tipo, con chicos que empiezan el colegio, o para aquellos que trabajan en relación de dependencia, es una alternativa casi imposible. Para ellos, un consejo sería viajar siempre acompañado. La diferencia de precio entre una habitación simple y una doble es mínima. Dividirlo por dos disminuye el precio per cápita notablemente”.

Reservar una habitación en las afueras de una gran ciudad puede ser mucho más económico que en el centro. “Si se va por turismo, puede convenir alojarse en las afueras de la ciudad e, incluso, hacer turismo rural. Pero si se trata de un viaje de negocios, no es lo ideal. Lo que se ahorra en un alojamiento en las afueras, se gasta en transporte o en comidas, la comida suele ser más barata”, aclara.

También disminuirá los gastos alojarse en una habitación con cocina o usar los programas de lealtad. “Son planes que ofrecen las cadenas internacionales o grupos de diferentes hoteles que se integran para brindar beneficios al cliente fiel; así, cuando se hospeda con mucha frecuencia en un mismo hotel, podrá obtener noches gratis”, comenta.

Para Glinkin, los hostels también son una buena alternativa: “La calidad varía mucho, por eso es importante conocerlos o tener referencias. Si se tiene paciencia para convivir con otros turistas, es una opción para bajar costos. No sólo ahorrarás sino que conocerás a personas de otras culturas y países”.

Mochileros

Hacer valer el peso
El tema del cambio siempre genera dudas. ¿Es mejor cambiar en nuestro país o en el lugar de destino? ¿Conviene llevar dólares o la moneda de origen del país al que viajamos? “Siempre es recomendable salir de la Argentina con la moneda del país y no con dólares, ya que dependiendo del lugar, el día y la hora, te van a cobrar una comisión que va del 3 al 8 por ciento (excepto en los Estados Unidos). Aquí, en Argentina, no hay comisión de tipo de cambio directo”, explica Arturo Piano, director del Banco Piano.

Hay que saber también que los aeropuertos de todo el mundo son más caros que los bancos de la City. “Otro ítem importante es que a Europa, no conviene llevar billetes de 500 euros, no son aceptados en casi ningún comercio”, aconseja Piano.

En cuanto a si es recomendable el efectivo o la tarjeta de crédito, los especialistas aseguran que ambos tienen pros y contras. Muchas veces, pagar con tarjeta de crédito puede ser más ventajoso, ya que todos los importes se transforman a dólares al tipo de cambio oficial.

“A la hora de pagar es lo mismo la tarjeta o el efectivo. Pero si se quiere retirar dinero con una tarjeta de crédito los costos pueden variar ampliamente según el banco emisor”, agrega Piano. Así, la extracción de dinero resulta más costosa que la opción de compra con tarjeta de crédito.

En cuanto a la de débito, los costos varían según el banco: algunos bonifican la comisión y otros cobran desde 3 dólares por transacción.

Una última recomendación es notificar al banco antes de salir del país sobre el destino y las fechas de viaje, ya que cuando se registran gastos poco comunes, la autorización de la compra con tarjeta de crédito puede demorar más de lo habitual.

Hostel

Promociones y descuentos
En todo el mundo, pero sobre todo en Europa, existen descuentos y acuerdos que no se pueden dejar de lado. Por ejemplo, presentando la tarjeta de embarque de ciertas aerolíneas se obtienen rebajas en bares, restaurantes y ciertos museos.

Por otro lado, no hay que descartar el transporte público. En la mayoría de las ciudades grandes existen pases por un día o hasta un mes. Mientras más se use, más barato.

Si se es estudiante o profesor, la tarjeta ISIC, que cuesta entre 10 y 15 dólares, puede usarse en todo el mundo durante 16 meses y ofrece descuentos en museos, conciertos, transportes, alojamiento y restaurantes. En Machu Picchu, por ejemplo, podrás ahorrarte un 50 por ciento en el Camino del Inca y la entrada. Con un poco de imaginación y, sobre todo, mucha información, las vacaciones serán un momento increíble.

Laura Blanco
Diario Perfil - Turismo
Imágenes: Web

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