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sábado, 20 de agosto de 2011

Eslovenia: Verano en Piran



Con sabores italianos y espíritu medieval, la ciudad costera que se baña en el Mar Adriático se ve como una escultura tallada por Miguel Angel.

Techos eslovenos. Casi como un cuadro impecable, el trazado medieval de la ciudad amurallada habla del respeto de los eslovenos por las joyas de su pasado.

En una clara mañana de verano, el paseo empedrado del pueblo costero de Piran estaba repleto de hombres bronceados observando a un buen número de mujeres con el torso desnudo y acostadas lo largo de la playa rocosa. Piran, sin embargo, no está en la Riviera francesa, y tampoco es una somnolienta aldea italiana de pescadores, pese a la abundancia de pizzerías, iglesias góticas venecianas y restaurantes con nombres como Verdi Inn.

Piran, por extraño que pueda parecer, está en Eslovenia, entre Italia y Croacia a lo largo de la punta septentrional del Mar Adriático. Y este pueblo medieval con una población de 5 mil almas ha conquistado la reputación de ser la joya de la corona de la costa norte del Adriático.

Recibe a viajeros que buscan los extensos viñedos estilo toscano, paisajes incomparables y deliciosa comida italiana, sin tener que soportar las muchedumbres de turistas, los precios exorbitantes y hoteles sin encanto que últimamente parecen haberse hecho presentes en toda Italia.


Piran se encuentra en una península en declive y es un laberinto de techos anaranjados, muros semiderruidos y una plaza de mármol circundada por fachadas que el propio Miguel Angel podría haber tallado. Los fines de semana, la plaza está atestada de gente que disfruta el teatro el aire libre, los bailes y la música de cámara.

Si bien el pueblo oficialmente es bilingüe (esloveno e italiano), su cocina de pescado fresco y pasta es inequívocamente italiana. Y hay una buena razón para ello: Piran fue gobernada por Venecia durante unos 500 años. La comida típica eslovena, usualmente compuesta por alguna forma de salchichón y pudines de pasta rellenos de carne, sólo hace breves e infrecuentes apariciones en los menúes. Manteles a cuadros y música, en su mayor parte de grabaciones de Puccini, completan el efecto. “Es todavía una aldea de pescadores y se siente casi exactamente como era durante el imperio veneciano”, dice Lea Suligoj, de la oficina de turismo de la población.


Los restaurantes con la cocina más refinada se encuentran alineados en la explanada cercana al mar. Allí se puede beber refosk, el vino tinto local, comiendo mariscos o el plato típico de Piran: rebanadas delgadas de lobina de mar o calamar a la parrilla en aceite de oliva (32 dólares).

En una noche clara, la acción se desplaza a la terraza con alcobas, desde donde se domina el azul Adriático y se pueden ver claramente las titilantes luces de Trieste.

Lionel Beehner
The New York Times / Travel
Reproducido por Perfil - Turismo

viernes, 12 de agosto de 2011

Los Puquios: Mendoza-Argentina



Escondida en la nieve, a 180 kilómetros de la ciudad de Mendoza y apenas a 5 del centro de esquí Penitentes, una perlita viene creciendo durante los últimos cinco años. Los Puquios, el primer parque de nieve de la provincia, invita a esquiar con tarifas muy accesibles y sumando otras opciones como patinaje sobre hielo al aire libre, paseos en moto, caminatas con raquetas, trineos y tubbing.

Aquí no hay gigantescas aerosillas ni kilométricos ascensos. Apenas tres medios de elevación, que conducen a diferentes pistas y alturas en la montaña, ofrecen una opción acotada aunque variada para esquiadores principiantes e intermedios. Las grandes protagonistas acá son las familias, que llegan con niños inexpertos y se van con pequeños esquiadores.

"Nos hicimos cargo del parque en 2007 y desde entonces, el público acompañó y crecimos exponencialmente. Nuestra impresión es que el esquí en la Argentina es un deporte demasiado elitista y caro. El objetivo es bajarlo a la tierra, hacerlo más barato, más fácil, más divertido y descontracturado", cuenta su director operativo, Eduardo Soler, un eximio esquiador que trabajó durante 30 años en la industria de la nieve local y en otros países. Junto con Jorge Pérez Polo, primero tomó la concesión del parque y luego lo adquirió.

Tradicionalmente, unas 4500 personas pasaban por Los Puquios cada temporada. Este año, tras una inversión sostenida, sus responsables prevén unos 25.000 visitantes.

Nievelandia es un predio cercado en la base para que chicos de 3 a 6 años den sus primeros pasos en el esquí. Hay mesitas con bloques sobre la nieve, una pequeña cabaña calefaccionada con maestra jardinera y juegos, mesa para dibujar y títeres. En temporada alta, el costo, por chico, por 3 horas, es de $ 125. El día completo, 180 y 140 pesos.

Para el resto de los esquiadores hay dos opciones de clases: Animate, para niños de hasta 11 años e inexpertos, cuyas grupales de una hora tienen como máximo diez alumnos ($ 85, en alta y 75 en baja), y Desafío Puquios, para mayores de 11 con una hora y media de duración (150 y 120 pesos).

Además de una pista para hacer tubbing, otra para trineos plásticos, y un pequeño espacio para patinaje sobre hielo, este minicentro de esquí tiene tres medios de elevación. El primero es un poma portátil, llamado poma escuela. Por aquí pasa cada novato que anhela darse la menor cantidad de porrazos posibles, por ser una pista con una mínima pendiente. Con un poco de seguridad en los esquíes, el paso siguiente será el poma para principiantes, con un ascenso de 180 metros y una pista ancha donde empieza a sentirse la velocidad. Por último se puede subir 520 metros hacia arriba de la Cordillera en el teleski (similar al poma), de donde se desprenden varios senderos y algunas opciones fuera de pista interesantes. El recorrido más largo tiene 1200 metros, y una de sus pistas está homologada por la Federación Argentina de Esquí y Andinismo para competencias infantiles. Las bajadas son en su mayoría principiantes, con esta última intermedia avanzada, si bien no es muy larga. En total, la superficie esquiable es de tres hectáreas.


Buenos precios
Este año se sumó al paquete una cabaña con servicio gastronómico y se ampliaron los servicios básicos, entre otros la playa de estacionamiento, y el stock de equipos de esquí para alquiler. Un año antes se importó una máquina pisanieve que deja la montaña blanca peinada como un corderoy.

La confitería también acompaña la política de precios de Los Puquios. Un menú de almuerzo cuesta $ 60 y puede constar, por ejemplo, de una sopa, un plato de lentejas y una gaseosa. Una familia de cuatro puede optar por una pizza, hamburguesas, empanadas o tostados y comer por poco más de 100 pesos.

"Consideramos que somos el parque de nieve más grande de la Argentina y con la mejor infraestructura. Tenemos todo lo que tiene un centro de esquí, pero más acotado, excepto el alojamiento. Esto no es para esquiadores expertos. Es para que los chicos vengan a aprender, y mientras tanto los padres también tengan algo para divertirse y esquiar", explica Soler, y cambia a un canal de dibujitos en el plasma de la confitería al advertir que hay dos niños en una mesa.

Antes de terminar la temporada está previsto instalar luces en la pista de principiantes, y se lanzará un pase nocturno, de 18 a 21 (actualmente el horario es hasta las 17.30). El máster plan del emprendimiento terminaría con una telesilla y una hostería con gastronomía, guardería, renta de esquíes y snowboard, enfermería y vestuarios. Si el tráfico proyectado acompaña estará en condiciones de construirse en dos años.

Una vez que el esquiador quiere un poco más de adrenalina, la ruta 7 ofrece dos centros de esquí más completos. Penitentes, a 5 km hacia el este, es un clásico con 300 hectáreas de superficie esquiable. Hacia el oeste, a 25 km y ya en tierra chilena, está Portillo, uno de los más prestigiosos centro de esquí de América del Sur, con 12 medios de elevación y 23 pistas.


DATOS UTILES
Cómo llegar
Los Puquios se encuentra a 180 km de la ciudad de Mendoza, sobre la ruta nacional Nº 7. Se puede llegar en auto por ruta asfaltada, o bien volar a Mendoza (desde $ 840 ida y vuelta por Aerolíneas) y tomar el servicio diario de Turismo Uspallata (60) en dos frecuencias diarias.

Cuánto cuesta
El pase diario cuesta $ 125 en temporada alta y 100 en baja, si todas las pistas están abiertas. Cuando los medios no están todos habilitados por falta de nieve, el precio baja a 100 y 80. Se alquilan equipos de esquí e indumentaria para quienes lo requieren (80, por esquíes, botas y bastones).

Dónde dormir
El hospedaje más cercano es la Hostería Puente del Inca, a 1 km (www.hosteriapdelinca.com.ar), con tarifas que rondan los $ 500 por la habitación en base cuádruple en alta temporada. A 6 km hay más capacidad en Penitentes, como el Refugio Cruz de Caña, o el complejo Ayelén con una hostería, un hotel y departamentos (desde $ 780 para cuatro personas). A 60 km está el pueblo más cercano, Uspallata, con aún más hotelería y variedad de precios. Conviene consultar ya que muchos alojamientos sobre la ruta 7 ofrecen vouchers de 25% de descuento para el pase diario en Los Puquios.


MAS OPCIONES
El parque de nieve suele estar diseñado a medida de los principiantes e implica una superficie y estructura más chica que un centro de esquí.

En Neuquén el principal es Batea Mahuida , en Villa Pehuenia, un paraíso rodeado por las aguas cristalinas de los lagos Aluminé, Moquehue y Ñorquinco, y bosques de araucarias. Este parque administrado por mapuches tiene dos medios de elevación que conducen a cuatro pistas. El más alto sube 90 metros y su descenso principal tiene 700 metros. El pase diario cuesta $ 95 (75 desde el 24 de agosto).
www.cerrobateamahuida.com.ar

El Cerro Wayle cuenta con tres pistas de 300 metros, escuela de esquí, confitería, refugio y alquiler de esquíes en la base. A partir de esta semana el pase cuesta $ 54 para mayores y 36 para menores. Chos Malal es la ciudad más cercana para hospedarse, 45 km al Sur.
www.wayle.com.ar

Primeros Pinos es el más pequeño de Neuquén, rodeado de araucarias. Tiene sólo un ski lift para un largo máximo de pista de 300 metros. Se alquilan equipos y trineos, y hay una hostería con restaurante. Es frecuentado por pobladores de la zona, a 50 km de Zapala.

En Río Negro, El Bolsón tiene el parque de nieve Cerro Perito Moreno , que ofrece trineos, caminatas con raquetas y paseos en cuatriciclos. Además cuenta con un pequeño centro de esquí con cinco medios de elevación (el más alto es una aerosilla doble de 1250 mts de longitud) y nueve pistas. El pase diario cuesta 90 pesos.

En el Cerro Otto de Bariloche, Piedras Blancas tiene 3000 metros de pista para trineos y se accede a la cima a través de una aerosilla (paquete con trineo, $ 170 mayores y 110 menores) donde además está la escuela de esquí Winter Park.
www.piedrasblancasbariloche.com

Valdelén , en Río Turbio, al sudoeste de Santa Cruz, tiene un pequeño centro de esquí con una aerosilla, un T-bar y dos pequeños medios de arrastre. Ofrece 100 hectáreas esquiables hasta entrada la noche, gracias a su sistema de iluminación. El pase diario cuesta $ 80 los mayores y 50 los menores, e igual monto el alquiler de equipos.

Lucila Marti Garro
La Nación - Turismo
Fotos: Web