Si alguien no sabe de antemano a lo que se dedica Stewart Chiron, la respuesta de su secretaria en Miami podría sonar inquietante y hasta llevaría a ofrecer condolencias. Ella dice: "él ya no está en tierra".
El estadounidense Stewart Chiron es un experto en cruceros. Una autoridad que se ha ido forjando luego de 23 años dedicados a explorar esta manera de conocer el mundo. Así, suma 171 viajes a bordo de estos barcos de placer, con los que ha se ha movido por todas las rutas imaginables. De esta manera se convirtió en "el tipo de los cruceros" o The Cruise Guy, que es también el nombre de su reconocido sitio (www.cruiseguy.com), que creó a mediados de los noventa, donde Chiron va dando cuenta de estrenos y tendencias en estos barcos, de los que traen y de lo que les falta, y recopila las mejores ofertas disponibles en el mercado.
De padres neoyorquinos, la profesión actual de Chiron parece curiosa por varias razones. De partida, nació doblemente lejos del mar: en el estado de Nebraska, casi en el centro de Estados Unidos (es decir, sin costa), y dentro de una base de la Fuerza Aérea en Offutt, Bellevue. Pero, además, el primer crucero que se le ocurrió hacer al entonces adolescente Chiron ni siquiera lo entusiasmó demasiado.
Antes de entrar a la Florida International University, Stewart tomó un corto viaje para visitar uno de esos sitios que se tiende a calificar de "soñados": Bahamas. ¿El resultado? "No entendía por qué la gente quería viajar así durante semanas, cuando yo apenas había pasado un día".
La transformación vino después cuando ya estaba en la universidad y consiguió un trabajo de oficina en una de las navieras más tradicionales del país. Entonces, sólo en ese momento, su idea inicial comenzó a transformarse. Había descubierto un mundo.
Lo dice al teléfono, desde la cubierta de su última misión: reportear los detalles del Disney Dream, el primer barco que la línea de cruceros del Ratón Mickey estrena en más de una década y que acaba de zarpar -con todos los personajes de la familia Disney- desde Cabo Cañaveral.
A pesar del descubrimiento y de su floreciente entusiasmo con las naves, tuvieron que pasar casi 14 meses antes de que Chiron tuviera la oportunidad de trabajar verdaderamente sobre uno de estos barcos. Recién entonces empezó a nacer "el tipo de los cruceros".
Stewart Chiron cuenta que se metió en este mundo cuando la industria de los cruceros aún era un mercado emergente. "Era como la época del Wild West, donde todo era posible. Las líneas de cruceros y las principales agencias de viajes todavía estaban en manos de privados y el espíritu empresarial prosperaba. Había muy pocas empresas que alcanzaban el éxito en este negocio. Las oportunidades eran interminables", cuenta ahora, todavía lleno de entusiasmo por esos años.
Entonces, reporteando y viviendo- la forma en que crecía la popularidad de esa forma de viajar, Chiron empezó a captar la atención de los medios y terminó convirtiéndose en su invitado frecuente. Su currículum personal hoy anota apariciones reiteradas en televisión (NBC, FOX, CNN, entre otros) y en diarios (The New York Times, The Wall Street Journal y The Washington Post, son parte de su larga lista), pero ahora también es objetivo frecuente de las propias compañías de cruceros, que lo convocan para que pruebe sus servicios. Y él, de paso, les dice qué falta, qué sobra y qué cosas no estaría de más tener a bordo.
En los barcos, Chiron trata de parecer un pasajero normal, así que evita los rituales. Apenas se sube, dice, "me preparo para la diversión". Aún así, siempre recuerda que esto es trabajo. Lo que hace, explica, es casi como ser un crítico de restoranes.
"Ando en estos barcos para probarlos, para ver qué es lo nuevo que tienen, lo bueno, lo malo. Así puedo explicarle a los viajeros cómo son en realidad", dice con simpleza, y explica el sentido de esta manera de moverse y lo que, asegura, es también la clave de su atractivo.
"Con tantos cruceros diferentes a disposición de la gente, en realidad hoy encuentras barcos para todos los que quieran viajar. Y lo mejor es que no tienes que empacar, desempacar, ni hacer check in o check out como en los hoteles cada vez que cambias de lugar; pero tampoco despiertas siempre en el mismo aburrido lugar, ni siquiera a la misma hora cada día".
Para Stewart, moverse en estos barcos es como comprar un auto. Es una gran inversión de dinero, así que es mejor dedicarle tiempo a la búsqueda. Después de todo, los viajeros estarán en el barco que elijan por tres, cuatro noches, a veces una semana y más incluso, "así que se necesita tomar la decisión correcta".
"Más y más personas descubren que viajar así es una opción bastante razonable frente a otras alternativas de vacaciones que son o terminan siendo muy caras", dice y enumera las que para él son las principales ventajas de los barcos. "Tienes entretenimiento a bordo, hay muchas actividades que realizar y recibes tus comidas. Además, hay innumerables opciones adicionales, como restoranes de especialidades, que se están desarrollando para que los pasajeros puedan personalizar sus vacaciones, para que encuentren exactamente lo que quieren, lo que están buscando".
-¿Cuáles son los destinos emergentes en el mundo de los cruceros?
"A medida que más barcos se introducen, hay más itinerarios y destinos disponibles. Asia está lleno de posibilidades. América del Sur, el Pacífico Sur -incluyendo Australia y Nueva Zelandia- tienen un potencial grandísimo. Y está el caso de la Antártica, que está ganando muchísima popularidad".
Sobre nuestro continente, cree que esta forma de viajar ha ido ganando espacios, a pesar de la fuerte competencia de precios de las aerolíneas. Y sitios "Hay mucho que no sabemos de Sudamérica", dice y apunta a sitios como Galápagos, un destino muy atractivo, pero todavía inusual para muchos barcos. Y está Chile. "Cuando la gente menciona su deseo de conocer Alaska, les pregunto si saben algo de los glaciares en Chile y no tienen idea".
-Con tantos sitios que has visto desde la cubierta, ¿cuáles son tus favoritos?
"Hawaii. Es un gran lugar para conocer arriba de un crucero. Eso sí, igual recomiendo pasar algún tiempo en tierra, antes o después del barco".
A pesar de su experiencia, Chiron reconoce que está cada vez más sorprendido por las innovaciones de los barcos, y que no le sorprendería encontrar pronto cosas como show de delfines a bordo.
-¿Cuáles son los que más te han llamado la atención en tu vida de experto y pasajero?
"Bueno, están los nuevos Oasis of the Seas y Allure of the Seas, de Royal Caribbean, los más grandes e innovadores del mundo. La clase Solstice de Celebrity Cruises, que incluye al Solstice, Equinox y Eclipse, es muy llamativa por el estilo de sus barcos: elegantes, pero no pretenciosos. Habría que considerar uno que es clásico: el Queen Elizabeth, de la Cunard Line, majestuoso, con una historia interesante y estupenda cocina. Hay otros como el Odyssey y el Sojourn, de los cruceros Seabourn, que son de los más lujosos, y está el Sea Dream que da la impresión de estar en un yate privado".
Entre los barcos que Chiron conoce bien también cuenta a Holland America ("posiblemente en la misma categoría que Celebrity"), Costa (muy fuerte entre los pasajeros europeos), NCL y Princess ("son estupendos: en NCL, la experiencia varía según el barco, y Princess siempre será conocido por El Crucero del Amor"). Y aunque no es muy devoto de la tendencia de los cruceros temáticos, dice que algunos barcos como los de MSC han sido especialmente exitosos atrayendo pasajeros de esta manera.
-¿Qué le diría alguien que ha hecho 171 cruceros a quienes piensan hacer el primero?
"Los cruceros han llamado la atención de familias, y hoy visitan casi todas las regiones del mundo. Yo les diría que no lo duden y que se vayan de viaje así. Seguro será el primero de muchos".
1. Investigue en internet, pero no reserve online: hay demasiadas ofertas que muchas veces no están disponibles en la red.
2. Use a los expertos: las agencias realmente pueden ayudar a encontrar el barco adecuado a las expectativas de cada uno.
3. Sea flexible con las fechas: es clave para dar con alternativas que pueden ser más económicas.
4. Compre lo antes posible: en el caso de los barcos, mientras más adelantado reserve, más posibilidades tiene de conseguir buenos precios.
Muriel Alarcón
Revista del Domingo
El Mercurio - Chile