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lunes, 14 de abril de 2008

Islas mágicas en el Pacífico norte

Honolulú

Un recorrido por el archipiélago de Hawai, sinónimo de playas surferas, volcanes y turismo aventura.

Como los collares de flores característicos de las islas hawaianas, el archipiélago enlaza islas de diferentes colores y temperamentos. Aunque son más de 130 islas, las principales son las de Oahu, cuya capital es Honolulú, la gran isla de Hawai, Maui, Kauai, Molokai, Lanai, Niihau y Kahoolawe. En todas, las olas, las playas, la selva y los volcanes viven al ritmo de un son cansino vestido de camisas playeras con flores y embebido de jugo de piña.

Al descender del avión ya en el aeropuerto de Honolulú, reciben a los turistas con collares de flores naturales que enhebran orquídeas y envuelven con su aroma frágil a quien los usa. Pero no son gratuitos como en la Isla de la Fantasía. Aquí el artesano exige su pago a cambio del collar.

Playa de Waikiki

La ciudad es más norteamericana de lo esperado. Las cadenas de fast food se mezclan con los jugos de piña que se pueden tomar en la famosa playa de Waikiki, donde se originó el deporte del surf. El truco en esta playa es mirar hacia el mar, ya que al volver la cabeza hacia la ciudad se observan grandes edificios, lejanos del ideal hawaiano. Otras opciones para encontrar lo natural son alquilar bicicletas para recorrer el centro, practicar snorkeling en Hanauma Bay, nadar con los delfines o viajar mar adentro para pescar. Cuando cae la noche, según las opciones al alcance del bolsillo de cada uno, se puede comer en los restaurantes cinco estrellas, ir a ver algún espectáculo de música local o simplemente salir a comprar en la calle collares de coral a precios ínfimos.

Playas en Maui

Maui, donde sale el sol
Al llegar a Maui aparece un Hawai más nativo y parecido a los sueños turísticos. Para recorrerlo bastan un jeep y espíritu de aventura. Es la segunda isla más grande del archipiélago y tiene dos volcanes además de selva y, por supuesto, playas de arena blanca y olas enormes.

Su capital Lahaina tiene un carácter amigable y pueblerino y en su distrito histórico pueden verse desde bares y restaurantes decorados como antaño hasta un barco ballenero, que recuerda el inicio de la ciudad como puerto dedicado a la caza de ballenas, cuyo avistaje puede hacerse hoy en día entre diciembre y mayo cuando más de 1.000 ejemplares van a Hawai a tener cría. El paseo característico de la isla es ir a ver el amanecer en el volcán Haleakala. Hasta su cima llegan viajeros de todo el mundo para ver desangrarse el sol por encima las nubes. El madrugón y el frío valen la pena: el espectáculo es maravilloso. Algunos suman adrenalina haciendo la excursión a caballo o en bicicleta, o durmiendo en un refugio en la cima.

El surf es una de las estrellas de la isla, pero también el golf y el tenis, que pueden practicarse en exclusivos resorts ubicados en las playas de Wailea, o el buceo en la pequeña isla vecina de Molokini, boca de un volcán sumergido, con una vida submarina impresionante. Para quienes quieran playa, algunos de los sitios más hermosos son Mokapu, Polo Beach, Ullua Beach y la misma Wailea.

Una alternativa distinta es recorrer alguna de las plantaciones de ananás. Con visitas guiadas entre el verde, preparadas para turistas, la jornada termina en un shopping donde hay desde jabones y cremas hasta Ananá Fizz, que los hawaianos marketinean como "pineapple champagne".

Catarata de Secluded - Isla de Kauai

Las otras islas
Además de estas dos islas súper visitadas hay seis más habitadas, en el archiélago. Kauai, apodada "la isla jardín" por su intensa vegetación, es ideal para quienes quieran realizar actividades al aire libre, como navegar en kayak bajo enormes volcanes. Otra opción es Hawai, la isla más grande a quien llaman "la Gran Isla". No sólo es mucho más grande que las otras: sigue creciendo debido al constante flujo de lava derretida. A ella deben viajar los amantes del golf, ya que tiene 20 campos. La actividad exótica: ver durante la noche el movimiento de la lava. Molokai por su parte, es cálida y tranquila, ideal para los que buscan simplicidad y belleza, sin tráfico y con sólo 8.000 habitantes. Una puesta de sol en esta isla es una sinfonía de rosas sobre el agua. Otra opción de paz es Lanai, con sólo 3.000 habitantes y unos pocos resorts de lujo. Niihau y Kahoolawe son las dos más pequeñas, otros dos trozos de paraíso en medio del Pacífico.

Información:
www.gohawaii.com
http://hawaii.gov/tourism
www.hawaii.com

Gisela Galimi
Clarín - Viajes

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