• Quilmes - Buenos Aires - Argentina

viernes, 21 de septiembre de 2007

LOS BAQUEANOS DEL RÍO...

Los visitantes disfrutan de la pureza del aire y del agua. La natación y el remo son otras opciones, siempre acompañados por los Baqueanos.

Un proyecto de turismo comunitario cultural


Entrevista a Luis Cosita Romero
Más conocido como “Cosita” Romero –como le llaman desde su infancia– es, junto a Blanca Kruger, Raúl Roco, Julio Alberto Martínez, Alberto Grandoli, Carolina Romero, Humberto Roco, Antonio y Sixto Kruger, y Marcos, Diego y Leonardo Britos, uno de los fundadores del emprendimiento de turismo cultural comunitario “Baqueanos del Río”.

El proyecto comenzó en el año 2000 con el apoyo de Raúl Rocco y la Fundación Eco Urbano. Nosotros veníamos de una lucha por la defensa del río y considerábamos que había que seguir creando conciencia de lo que es el Paraná y generar trabajo creando un servicio de turismo distinto al que existía.

En el año 2001 tuvimos el apoyo de AVINA, que nos acompañó en la primera etapa, que fueron los cursos de capacitación, donde también tuvimos la colaboración de la Fundación Proteger. Después de dos años de trámites burocráticos en la Prefectura Naval, logramos que se cree el marco legal para poder comenzar con la actividad.

Nosotros creemos que somos las personas más apropiadas para realizar este emprendimiento: por nuestro conocimiento, porque sabemos cuáles son los mejores lugares para ir a pescar, los lugares en la isla donde la gente puede encantarse con la belleza de las playas, la arena, la frescura de la sombra y el canto de los pájaros. Las comidas en base a pescado que ofrecemos son elaboradas por las mujeres que integran el proyecto.

Nuestra presentación en sociedad la hicimos en el Seminario Internacional sobre Humedales realizado en setiembre de 2003 en la ciudad de Paraná. Allí la gente de la Prefectura nos entregó los certificados donde consta la aprobación de los cursos que hicimos con ellos. A partir de ahí hubo un trámite más para que nos den la libreta de embarque, que nos permite tener una habilitación profesional.

Un brazo del Paraná entre dos grandes islas. El río corre en una llanura aluvial de 40 kilómetros de ancho promedio; una especie de “delta” interior con altísima biodiversidad.

Después de tanto tiempo, de tanta lucha, hace entonces más de dos años que pusimos definitivamente en marcha las actividades. Ahora estamos trabajando, lo cual genera oportunidades y nuevos ingresos para quienes estamos involucrados con la cultura y con la vida de la gente del litoral fluvial.

Entonces los trabajadores del río tenemos hoy una nueva oportunidad para aprovechar y poner en valor nuestros conocimientos, para que la gente los pueda considerar, conocer y de este modo también aprender y difundir.

Esto es un intercambio cultural entre la gente que vive en el agua y la gente que viene de visita, donde hay un aprendizaje mutuo. Las experiencias siempre superan las expectativas de la gente. Es más, tenemos un libro donde los turistas dejan registradas todas sus opiniones.

No es sólo ir mirando sin ver
Pero lo importante de todo esto es la información que se llevan sobre el río. Con nosotros no van a ver solamente un paisaje como una tarjeta postal, sino que van a entender muchísimas cosas en profundidad: cómo es el comportamiento del río, la historia y las leyendas de la gente, sus costumbres, la cultura misma de las comunidades ribereñas. Es casi como la diferencia entre ver una película y ser protagonista.

Uno se puede encontrar con muchísimas cosas nuevas, cuestiones que tienen que ver con todo aquello que se desconoce. Porque por lo general la gente que viene desconoce, y si alguno conoce algo se va con mucha más información de la que tenía.

Por eso es importante para nosotros y para el visitante, para el turista, que no sólo sea un turismo de ir solamente mirando sin ver, sino de adentrarse en la naturaleza y aprender. Creo que eso es algo que no tiene precio. Además, nosotros nos encontramos con el reconocimiento de la gente, que es algo que siempre nos sorprende y nos alegra.

Las artes tradicionales y ancestrales de pesca pueden verse a lo largo del recorrido. En el Paraná hay más de 300 especies de peces.

Este tipo de turismo es importante para difundir lo que tenemos en la región, este ecosistema gigantesco. No solamente es una oportunidad para los que estamos aquí, sino una demostración de que estos emprendimientos pueden llevarse a cabo en distintas partes: pueblos chicos, ciudades, etc. Esto es una oportunidad para que todos los que queremos este río, estos ríos, podamos compartir esta experiencia, de eso se trata.

Nosotros llegamos también a esta actividad cuando en el año 2000, incluso antes, veníamos advirtiendo la degradación del río. Entonces junto con otros pescadores nos asociamos en esta idea y decidimos emprender este proyecto, que busca además la protección de este patrimonio natural único.

No fuimos todos los que llegamos, porque muchos quedaron en el camino. Llegamos a esto por una necesidad, por ver y sentir la degradación del ambiente y fundamentalmente la pérdida de la pesca. Para mí, como para otros, lamentablemente la pesca ya no representaba un medio de vida, pero no quería abandonar la vida en el río.

Generar conciencia para una sociedad mejor
Por esto es tan importante el hecho de que se encuentren otras aristas de oportunidad y entender que la pesca extractiva no es la única forma de usar los recursos del río y los humedales. Hay otras riquezas que pueden generar ingresos económicos, mejorar la calidad de vida de los pobladores ribereños y a la vez generar conciencia para una sociedad mejor y para aquellos que todavía no han entendido el mensaje. Un tema fundamental es que se comience a valorar esto que antes estaba desvalorizado.

Antes se creía que este río y estos humedales eran sólo era un lugar donde se amontonaban los mosquitos, áreas que no sirven para nada. Sin embargo ahora la gente se va de aquí como que han visitado el mejor lugar del mundo, con las mejores comodidades, como en los países que andan primero en turismo en lo que se refiere a infraestructura. Porque no hay duda de que éste es un río único en el mundo, un lugar, una gente y una cultura sin igual.

Acá no necesitamos grandes inversiones para poner mostrar el valor y el potencial que tenemos en riquezas y recursos naturales. Para que estos proyectos se puedan encaminar y puedan ser más viables, los gobiernos, las empresas y los que tienen posibilidades de apoyar tienen que ser facilitadores de los procesos de crecimiento de estas pequeñas empresas familiares o de cooperativas que además de generar trabajo digno son un paraguas contra el avance de la pobreza.

Gente de más de veinte países ha recorrido las islas del Paraná guiados por “Baqueanos del Río”

Sin embargo no dependemos de la ayuda del gobierno; tengo la triste experiencia de que siempre se han quedado atrás con las respuestas. Entonces antes de estar pidiendo preferimos caminar juntos con el grupo y hacer entre nosotros lo que podamos.

Recién cuando entiendan el verdadero valor de este trabajo, a lo mejor comiencen a invertir en todo esto, que además no es solamente para un grupo, es un ejemplo para muchísima gente.

Es también para exponer al mundo lo que tenemos: este gigantesco humedal del río Paraná para que lo disfrutemos, para que pensemos en un turismo que se sustente en el tiempo y que no que pase de moda.

Nosotros hacemos este servicio en el Paraná como guías de turismo comunitario cultural. Hacemos recorridas por el río con guías de pesca, campamentos, salidas para hacer fotografías y también tenemos servicios de comidas típicas –tanto para los visitantes como para eventos donde se hacen presentaciones, reuniones o congresos.

Somos unas quince personas. A veces la gente se viene a ofrecer pero nosotros no podemos darle un lugar, no podemos generar más trabajo hasta que no podamos cumplir mínimamente con asegurar algo. Si no alcanza para distribuir no podemos compartir con más gente, entonces el proceso es lento. Tal vez se dan así las cosas, tal vez en algún momento despegaremos; por el momento estamos correteando. Pero lo más importante es que estamos funcionando y en marcha.

Para contactarse con Baqueanos del Río
Celular: 0343 - 156112170
Celular: 0342 - 154 484296
Tel.: 0342 4558520
email: rios.proteger@arnet.com.ar

Fuente: http://www.proteger.org.ar/doc592.html
Fotos: http://www.proteger.org.ar/doc591.html
video http://www.proteger.org.ar/doc607.html

No hay comentarios: