El Ferrocarril de la Sabana de Bogotá, comúnmente conocido como el Tren de la Sabana, fue una empresa que prestó servicios de transporte ferroviario desde 1889 entre las poblaciones del Área metropolitana de Bogotá. El Ferrocarril de la Sabana fue liquidado en 1991 junto con los Ferrocarriles Nacionales de Colombia.
La construcción del Ferrocarril de Bogotá a Facatativá se contrató en 1873 y sus trabajos se iniciaron en 1882 por una compañía privada. La obra se suspendió en 1885 debido a disturbios, para esta entonces ya alcanzaba una longitud de 18 km. Un nuevo contrato se celebró en 1886 para terminar la obra con la nueva “Compañía del Ferrocarril de la Sabana”. Cuando el ferrocarril fue inaugurado en julio de 1889 su extensión era de 40 km. En 1887 se contrató la construcción de la línea a Zipaquirá; de ahí en adelante el Ferrocarril de la Sabana se extendió por toda la Sabana de Bogotá alcanzando su máximo en 1953, con una extensión aproximada de 200 km.
En 1917, se inauguró la Estación de la Sabana construida por el ingeniero inglés William Lidstone; esta funcionó como punto central del sistema férreo nacional y se construyó en lo que en ese entonces eran las afueras de la ciudad hacia el occidente, la Calle 13, vía que comenzaba en el barrio San Victorino y pasaba por Puente Aranda y Fontibón llegando hasta Facatativá.
Las últimas líneas férreas de Bogotá y su sabana fueron construidas en el año de 1953. En ese entonces existían estaciones en Chapinero, Calle 100, Usaquén, La Caro, Briceño (Sopó), Tocancipá, Gachancipá y Cajicá hacia el norte; las estaciones de Fontibón, Madrid, El Corso y Mosquera hacia el occidente; las estaciones de Bosa, Soacha y Sibaté hacia el suroccidente. El Tren de la sabana determinó en gran parte la dirección en que la ciudad se desarrolló y creció.
El Ferrocarril de la Sabana sirvió como base para la expansión de las vias férreas hacia el resto del país las cuales posteriormente se unieron bajo la administración de los Ferrocarriles Nacionales de Colombia. Por el occidente iban hasta la ciudad portuaria de Santa Marta haciendo escala en Facatativá y continuando por el corredor del Río Magdalena; hacia el sur llegaban hasta Soacha; al norte hasta La Caro, donde las líneas del Ferrocarril del Norte y Ferrocarril del Nordeste compartían la Estación antes bifurcarse de nuevo hacia Zipaquirá y Nemocón por el norte y Gachancipá por el nordeste para empalmar con el ferrocarril que conectaba con los departamentos de Boyacá y Santander. Desde la Estación de la Sabana también salían los trenes que conectaban Bogotá con Cundinamarca así como con el resto del país.
Actualidad
En el año 1992 se fundó la empresa Turistren Ltda. con el fin de rescatar antiguos trenes traccionados por locomotoras a vapor y hacerlos funcionar con nuevos fines: turísticos. El proyecto fue un éxito. Ese mismo año se adquirieron nueve locomotoras a vapor en mal estado –cuatro de las cuales fueron remodeladas y volvieron a funcionar–, y 24 coches de pasajeros que, al igual que las locomotoras, fueron rehabilitados y puestos al servicio de la compañía. En el mes de mayo de 1993, arrancó el primer tren por el recorrido Bogotá-Nemocón-Bogotá. Actualmente, el tren recorre 106 kilómetros de la ruta Bogotá-Usaquen-Zipaquirá-Cajicá-Bogotá, y ofrece visitas guiadas en cada una de las paradas. Desde entonces, el Tren de la Sabana ha estado funcionando ininterrumpidamente, todos los fines de semana y días festivos.
Algunas paradas
A Zipaquirá se la conoce como la ciudad de la sal, ya que aquí se ha construido la Catedral de Sal más importante de Colombia, patrimonio histórico, cultural y religioso, y reconocida como la primera maravilla del país. La siguiente parada pertenece al municipio de Cajicá y es especialmente atractiva para los amantes de las artesanías y tejidos, ya que en ellas hay vendedores que ofrecen sus producciones originales y coloridas. Esta estación, además, cuenta con gran variedad de restaurantes de comida típica colombiana que vale la pena conocer.
La región de la Sabana, por su parte, es el centro estratégico geográfico del país, ubicado a 2.600 metros sobre nivel del mar y recostada sobre la Cordillera Oriental. Un atractivo natural para los que disfrutan la altura.
La brújula
El tren funciona los fines de semana y feriados, con horario de partida a las 8.30 am desde la estación de la Sabana (Calle 13 Cra 18), y horario de regreso a las 17.40 pm. Los precios varían de acuerdo a edades: los niños de hasta 10 años pagan US$ 9,5; los mayores de 60, US$ 12,5 y los adultos de 11 a 59 años, US$ 16. No cuenta con pago de abono.
Video: Alejandro Guzman, periodista digital de Colombia, escritor de cronicas para viajeros de mochila.
Fuentes: Wikipedia / Diario Perfil - Turismo
Fotos: Web-Diario Perfil
La construcción del Ferrocarril de Bogotá a Facatativá se contrató en 1873 y sus trabajos se iniciaron en 1882 por una compañía privada. La obra se suspendió en 1885 debido a disturbios, para esta entonces ya alcanzaba una longitud de 18 km. Un nuevo contrato se celebró en 1886 para terminar la obra con la nueva “Compañía del Ferrocarril de la Sabana”. Cuando el ferrocarril fue inaugurado en julio de 1889 su extensión era de 40 km. En 1887 se contrató la construcción de la línea a Zipaquirá; de ahí en adelante el Ferrocarril de la Sabana se extendió por toda la Sabana de Bogotá alcanzando su máximo en 1953, con una extensión aproximada de 200 km.
En 1917, se inauguró la Estación de la Sabana construida por el ingeniero inglés William Lidstone; esta funcionó como punto central del sistema férreo nacional y se construyó en lo que en ese entonces eran las afueras de la ciudad hacia el occidente, la Calle 13, vía que comenzaba en el barrio San Victorino y pasaba por Puente Aranda y Fontibón llegando hasta Facatativá.
Las últimas líneas férreas de Bogotá y su sabana fueron construidas en el año de 1953. En ese entonces existían estaciones en Chapinero, Calle 100, Usaquén, La Caro, Briceño (Sopó), Tocancipá, Gachancipá y Cajicá hacia el norte; las estaciones de Fontibón, Madrid, El Corso y Mosquera hacia el occidente; las estaciones de Bosa, Soacha y Sibaté hacia el suroccidente. El Tren de la sabana determinó en gran parte la dirección en que la ciudad se desarrolló y creció.
El Ferrocarril de la Sabana sirvió como base para la expansión de las vias férreas hacia el resto del país las cuales posteriormente se unieron bajo la administración de los Ferrocarriles Nacionales de Colombia. Por el occidente iban hasta la ciudad portuaria de Santa Marta haciendo escala en Facatativá y continuando por el corredor del Río Magdalena; hacia el sur llegaban hasta Soacha; al norte hasta La Caro, donde las líneas del Ferrocarril del Norte y Ferrocarril del Nordeste compartían la Estación antes bifurcarse de nuevo hacia Zipaquirá y Nemocón por el norte y Gachancipá por el nordeste para empalmar con el ferrocarril que conectaba con los departamentos de Boyacá y Santander. Desde la Estación de la Sabana también salían los trenes que conectaban Bogotá con Cundinamarca así como con el resto del país.
Actualidad
En el año 1992 se fundó la empresa Turistren Ltda. con el fin de rescatar antiguos trenes traccionados por locomotoras a vapor y hacerlos funcionar con nuevos fines: turísticos. El proyecto fue un éxito. Ese mismo año se adquirieron nueve locomotoras a vapor en mal estado –cuatro de las cuales fueron remodeladas y volvieron a funcionar–, y 24 coches de pasajeros que, al igual que las locomotoras, fueron rehabilitados y puestos al servicio de la compañía. En el mes de mayo de 1993, arrancó el primer tren por el recorrido Bogotá-Nemocón-Bogotá. Actualmente, el tren recorre 106 kilómetros de la ruta Bogotá-Usaquen-Zipaquirá-Cajicá-Bogotá, y ofrece visitas guiadas en cada una de las paradas. Desde entonces, el Tren de la Sabana ha estado funcionando ininterrumpidamente, todos los fines de semana y días festivos.
Algunas paradas
A Zipaquirá se la conoce como la ciudad de la sal, ya que aquí se ha construido la Catedral de Sal más importante de Colombia, patrimonio histórico, cultural y religioso, y reconocida como la primera maravilla del país. La siguiente parada pertenece al municipio de Cajicá y es especialmente atractiva para los amantes de las artesanías y tejidos, ya que en ellas hay vendedores que ofrecen sus producciones originales y coloridas. Esta estación, además, cuenta con gran variedad de restaurantes de comida típica colombiana que vale la pena conocer.
La región de la Sabana, por su parte, es el centro estratégico geográfico del país, ubicado a 2.600 metros sobre nivel del mar y recostada sobre la Cordillera Oriental. Un atractivo natural para los que disfrutan la altura.
La brújula
El tren funciona los fines de semana y feriados, con horario de partida a las 8.30 am desde la estación de la Sabana (Calle 13 Cra 18), y horario de regreso a las 17.40 pm. Los precios varían de acuerdo a edades: los niños de hasta 10 años pagan US$ 9,5; los mayores de 60, US$ 12,5 y los adultos de 11 a 59 años, US$ 16. No cuenta con pago de abono.
Video: Alejandro Guzman, periodista digital de Colombia, escritor de cronicas para viajeros de mochila.
Fuentes: Wikipedia / Diario Perfil - Turismo
Fotos: Web-Diario Perfil
1 comentario:
Encuentro el viaje de la Sabana con el tren tradicional absolutamente fantástico. Lo he reaizado con mis hijos 2 veces y ellos siempre desean repetirlo. Pienso que no sólo para los turistas que llegan a Bogotá es interesante,también lo es para los mismos bogotanos. Bogotá es sencillamente una ciudad para descubrir!
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