Lago Puelo es una idílica villa andina rodeada de ríos y arroyos que bajan de la montaña y desembocan en un lago cristalino. Además de gozar del paisaje, excursiones en kayac y caminatas por los alrededores hasta lo alto de un cerro donde está la Laguna Huemul.
Ubicada en el noroeste de la provincia de Chubut, casi en el límite con Río Negro al norte y Chile al oeste, la villa de Lago Puelo y sus alrededores encierran algunos de los espacios de la Patagonia con mayor riqueza natural y al mismo tiempo mejor preservados del país. Si bien esta localidad cordillerana de 5500 habitantes vive del turismo y de las plantaciones de fruta fina, todavía se mantiene al margen de la masividad de otros lugares y eso le permite conservar un encanto muy placentero para quienes quieren gozar del paisaje cuya belleza acentúa el silencio. La vida cotidiana de los privilegiados habitantes de Lago Puelo transcurre prácticamente duplicada en ese espejo de aguas verde-azuladas. Es decir que viven de cara al lago y al pie del cerro Currumahuida, en un gran valle que parece un anfiteatro natural.
Ubicada en el noroeste de la provincia de Chubut, casi en el límite con Río Negro al norte y Chile al oeste, la villa de Lago Puelo y sus alrededores encierran algunos de los espacios de la Patagonia con mayor riqueza natural y al mismo tiempo mejor preservados del país. Si bien esta localidad cordillerana de 5500 habitantes vive del turismo y de las plantaciones de fruta fina, todavía se mantiene al margen de la masividad de otros lugares y eso le permite conservar un encanto muy placentero para quienes quieren gozar del paisaje cuya belleza acentúa el silencio. La vida cotidiana de los privilegiados habitantes de Lago Puelo transcurre prácticamente duplicada en ese espejo de aguas verde-azuladas. Es decir que viven de cara al lago y al pie del cerro Currumahuida, en un gran valle que parece un anfiteatro natural.
En kayac
En el muelle del Lago Puelo –dentro del Parque Nacional del mismo nombre–, el experimentado kayaquista Alberto Boyer ofrece excursiones en kayac para viajeros con o sin experiencia en este deporte. Generalmente se sale con kayacs de travesía, y si alguien en el grupo es muy experimentado puede solicitar un kayac simple. Los kayacs de travesía son más largos que los comunes y tienen dos puestos, uno para el guía y otro para el remero. Son más estables que las canoas, se utiliza un solo remo simple por persona y en su interior tienen dos pedales que sirven de timón.
Luego de una clase de 15 minutos comienza la excursión por la zona de Los Calabozos, donde un conjunto de bahías color turquesa es el marco para palear sin prisa por un espejo de aguas que se va rasgando al paso de la embarcación. En el paseo lacustre, se recorre el brazo occidental del lago hasta el límite con Chile, pasando por la desembocadura del río Azul. Junto a la orilla se ven los frondosos bosques cordilleranos que rodean el Lago Puelo, con abundantes coihues, arrayanes, cipreses y pitras. Las aguas son tan transparentes que se ve el fondo con claridad, lleno de rocas, troncos sumergidos y muchas truchas.
El regreso al muelle puede ser en línea recta por el medio del lago –si el grupo se muestra seguro–, o por la orilla. En general es muy difícil que el kayac se dé vuelta en un lago tan tranquilo, pero si esto ocurriese el proceso completo de acomodar el kayac y volverse a subir lleva entre 7 y 10 minutos, siempre bajo la dirección del guía. El recorrido total de esta excursión es de alrededor de 4 kilómetros y se realiza aproximadamente en una hora y cuarto, sin bajarse nunca de la embarcación. También existe la posibilidad de hacer una excursión más larga que llega hasta la desembocadura del arroyo Las Lágrimas. Allí se desembarca después de casi una hora y media de remo, para hacer un picnic con sandwichs y mate junto a la orilla. Si hace calor casi todos se bañan en el lago y luego se hace una caminata de 500 metros por un sendero que va hasta un hito limítrofe con Chile. En total son 4 horas, ida y vuelta.
Para los remeros más audaces hay una opción de 2 días y una noche para llegar remando hasta la cabecera sur del lago –en el paraje cordillerano de El Turbio–, donde viven unas 20 familias. Esta excursión recorre 50 kilómetros ida y vuelta e incluye un asado en el bosque.
A caminar
Los paisajes que rodean al pueblo de Lago Puelo están surcados por incontables senderos destinados al simple placer de caminar. Uno de los trekking que depara los paisajes más variados es el que llega hasta la Laguna Huemul, combinando una exigencia media con panoramas de increíble belleza, hasta llegar a lo alto de un cerro.
El trekking a la Laguna Huemul comienza cruzando el río Azul en un botecito a remo el pie de un cerro. En primer lugar se pasa por una chacra con plantaciones de frambuesas para internarse de inmediato en la selva valdiviana, característica de la Patagonia chilena. Lo singular del valle del Lago Puelo es que fue labrado por las glaciaciones, abriendo un paso cordillerano por donde se cuelan desde Chile la flora y fauna de la selva valdiviana. Algunas de las especies de esa selva son el guevín, también llamado avellano silvestre; el tique, reconocible por una suerte de “escamas” de color óxido en el tallo; el ulmo de flores blancas y las lianas voqui blanco.
La caminata atraviesa lugares prácticamente deshabitados. Al ganar un poco de altura sobre la ladera del cerro aparece un bosque de radales y luego otro de ñires gigantes que alcanzan los 40 metros. El bosque está subdividido en zonas bien delimitadas según las especies, ya que más adelante aparece el bosque de lengas. En el punto más alto del cerro se llega a una saliente rocosa que forma un mirador natural con vista a la laguna Huemul, semiescondida dentro del gran anfiteatro que forman los cerros Morrudo, Aguja norte y Aguja sur, y el macizo del Motoco, todos cubiertos de nieve los doce meses del año.
En total se caminan 10 kilómetros hasta la cima, en unas tres horas a paso tranquilo con algunas paradas a la vera de arroyos cristalinos que invitan al chapuzón. En la cima se realiza un picnic con vista al lago. El circuito completo (ida y vuelta al pueblo) se hace en unas 8 o 9 horas.
Ascenso al Currumahuida
Otro trekking que se realiza desde Lago Puelo es al cerro Currumahuida, un poco más exigente que el circuito al lago Huemul. Comienza por un viejo camino que se interna en un bosque de ciprés de la cordillera. Al pasar por el puesto de Maninga –una chacra abandonada llena de frutales–, aparecen los ñires. Al llegar a la cumbre se ven dos lagunas de altura hacia el norte, y el lugar es perfecto para acampar. La excursión tradicional se hace ida y vuelta en el día, sin acampar, aunque lo ideal es quedarse al menos una noche para salir a recorrer al día siguiente los paisajes de alrededor. La vista desde la cima del Currumahuida es acaso la más completa que se puede obtener en toda la zona. Se ven por ejemplo el Lago Puelo y su unión con el Lago inferior de Chile, el paraje El Turbio y sus chacras hacia el sur, los serpenteos del río Turbio desembocando en el Lago Puelo al sudoeste, el lago Epuyén al sur, el pueblo de El Hoyo y el cerro Piltriquitrón. La excursión cuesta $ 150 (para 2 personas).
Julián Varsavsky
Pagina 12 - Turismo
En el muelle del Lago Puelo –dentro del Parque Nacional del mismo nombre–, el experimentado kayaquista Alberto Boyer ofrece excursiones en kayac para viajeros con o sin experiencia en este deporte. Generalmente se sale con kayacs de travesía, y si alguien en el grupo es muy experimentado puede solicitar un kayac simple. Los kayacs de travesía son más largos que los comunes y tienen dos puestos, uno para el guía y otro para el remero. Son más estables que las canoas, se utiliza un solo remo simple por persona y en su interior tienen dos pedales que sirven de timón.
Luego de una clase de 15 minutos comienza la excursión por la zona de Los Calabozos, donde un conjunto de bahías color turquesa es el marco para palear sin prisa por un espejo de aguas que se va rasgando al paso de la embarcación. En el paseo lacustre, se recorre el brazo occidental del lago hasta el límite con Chile, pasando por la desembocadura del río Azul. Junto a la orilla se ven los frondosos bosques cordilleranos que rodean el Lago Puelo, con abundantes coihues, arrayanes, cipreses y pitras. Las aguas son tan transparentes que se ve el fondo con claridad, lleno de rocas, troncos sumergidos y muchas truchas.
El regreso al muelle puede ser en línea recta por el medio del lago –si el grupo se muestra seguro–, o por la orilla. En general es muy difícil que el kayac se dé vuelta en un lago tan tranquilo, pero si esto ocurriese el proceso completo de acomodar el kayac y volverse a subir lleva entre 7 y 10 minutos, siempre bajo la dirección del guía. El recorrido total de esta excursión es de alrededor de 4 kilómetros y se realiza aproximadamente en una hora y cuarto, sin bajarse nunca de la embarcación. También existe la posibilidad de hacer una excursión más larga que llega hasta la desembocadura del arroyo Las Lágrimas. Allí se desembarca después de casi una hora y media de remo, para hacer un picnic con sandwichs y mate junto a la orilla. Si hace calor casi todos se bañan en el lago y luego se hace una caminata de 500 metros por un sendero que va hasta un hito limítrofe con Chile. En total son 4 horas, ida y vuelta.
Para los remeros más audaces hay una opción de 2 días y una noche para llegar remando hasta la cabecera sur del lago –en el paraje cordillerano de El Turbio–, donde viven unas 20 familias. Esta excursión recorre 50 kilómetros ida y vuelta e incluye un asado en el bosque.
A caminar
Los paisajes que rodean al pueblo de Lago Puelo están surcados por incontables senderos destinados al simple placer de caminar. Uno de los trekking que depara los paisajes más variados es el que llega hasta la Laguna Huemul, combinando una exigencia media con panoramas de increíble belleza, hasta llegar a lo alto de un cerro.
El trekking a la Laguna Huemul comienza cruzando el río Azul en un botecito a remo el pie de un cerro. En primer lugar se pasa por una chacra con plantaciones de frambuesas para internarse de inmediato en la selva valdiviana, característica de la Patagonia chilena. Lo singular del valle del Lago Puelo es que fue labrado por las glaciaciones, abriendo un paso cordillerano por donde se cuelan desde Chile la flora y fauna de la selva valdiviana. Algunas de las especies de esa selva son el guevín, también llamado avellano silvestre; el tique, reconocible por una suerte de “escamas” de color óxido en el tallo; el ulmo de flores blancas y las lianas voqui blanco.
La caminata atraviesa lugares prácticamente deshabitados. Al ganar un poco de altura sobre la ladera del cerro aparece un bosque de radales y luego otro de ñires gigantes que alcanzan los 40 metros. El bosque está subdividido en zonas bien delimitadas según las especies, ya que más adelante aparece el bosque de lengas. En el punto más alto del cerro se llega a una saliente rocosa que forma un mirador natural con vista a la laguna Huemul, semiescondida dentro del gran anfiteatro que forman los cerros Morrudo, Aguja norte y Aguja sur, y el macizo del Motoco, todos cubiertos de nieve los doce meses del año.
En total se caminan 10 kilómetros hasta la cima, en unas tres horas a paso tranquilo con algunas paradas a la vera de arroyos cristalinos que invitan al chapuzón. En la cima se realiza un picnic con vista al lago. El circuito completo (ida y vuelta al pueblo) se hace en unas 8 o 9 horas.
Ascenso al Currumahuida
Otro trekking que se realiza desde Lago Puelo es al cerro Currumahuida, un poco más exigente que el circuito al lago Huemul. Comienza por un viejo camino que se interna en un bosque de ciprés de la cordillera. Al pasar por el puesto de Maninga –una chacra abandonada llena de frutales–, aparecen los ñires. Al llegar a la cumbre se ven dos lagunas de altura hacia el norte, y el lugar es perfecto para acampar. La excursión tradicional se hace ida y vuelta en el día, sin acampar, aunque lo ideal es quedarse al menos una noche para salir a recorrer al día siguiente los paisajes de alrededor. La vista desde la cima del Currumahuida es acaso la más completa que se puede obtener en toda la zona. Se ven por ejemplo el Lago Puelo y su unión con el Lago inferior de Chile, el paraje El Turbio y sus chacras hacia el sur, los serpenteos del río Turbio desembocando en el Lago Puelo al sudoeste, el lago Epuyén al sur, el pueblo de El Hoyo y el cerro Piltriquitrón. La excursión cuesta $ 150 (para 2 personas).
Julián Varsavsky
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