Los mareos durante el viaje son síntomas comunes (y no peligrosos) en la primera infancia.
En estas épocas veraniegas, se multiplica la imagen del niño pálido sentado en la butaca del auto o colectivo, quejándose de dolores de panza y/o cabeza, mareos y náuseas. Los padres, mientras tanto, suelen preocuparse ante esta catarata de síntomas repentinos, pero "la cinetosis o 'mal del viajero' es un trastorno absolutamente normal en la primera infancia y sus síntomas desaparecen automáticamente cuando cesa el movimiento", tranquiliza el neurólogo Roberto de Arbelaiz, jefe de la sección Epilepsia del Hospital Alemán.
"La cinetosis es un cuadro de mareo funcional producido por el movimiento", define el especialista. Y explica que en los niños el Sistema Vestibular (conjunto de oído interno y Sistema Nervioso Central que controla el equilibrio y la postura) no está completamente desarrollado. "Cuando este sistema está hipersensible, el movimiento produce vértigo y cinetosis", completa.
Los síntomas son: mareo, náuseas, palidez, transpiración fría y dolores de estómago y cabeza; y no son patrimonio exclusivo de los chicos. "En la edad adulta también se pueden presentar navegando, en una montaña rusa o, lo que es más peligroso, manejando", advierte el doctor; y explica que "si en la infancia hubo episodios de cinetosis, su reaparición en la adultez es normal, pero si se presentan de grande, pueden indicar algún tipo de lesión que requiere una consulta".
El trastorno puede generar preocupación e inconvenientes en chicos y grandes. No viajar con el estómago lleno, abrir las ventanilla para que entre aire, mentener la cabeza hacia adelante y evitar la lectura (la fijación ocular potencia el problema), son algunas técnicas para hacer más placentero el viaje. Y, también, saber que aunque los síntomas sean tan marcados, "la cinetosis no reviste ningún peligro para la salud del niño".
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