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martes, 14 de agosto de 2007

La tragedia de los corales


El calentamiento global no sólo tiene que ver con el derretimiento de los glaciares. También está afectando la vida submarina. Así lo constató un grupo de expertos que ha visto cómo los corales blandos, coloridas especies que viven mayormente en los océanos Índico y Pacífico, han ido desapareciendo rápidamente en los últimos años.

Lo dicen los expertos: las colonias de coral blando de las aguas tropicales podrían, literalmente, estar derritiéndose por fenómenos de blanqueamiento (pérdida de las algas que viven en sus tejidos), los cuales se han acelerado dramáticamente debido al calentamiento global.

A diferencia de sus primos, los corales duros, los blandos no tienen esqueletos cubiertos de piedra. En vez de eso, sus ramas de carne se extienden descubiertas desde los mismos arrecifes, donde crecen al lado de los corales duros. ¿Qué significa esto? Que los corales blandos simplemente desaparecen debido a problemas ambientales.

"He observado sitios en Okinawa, Japón, antes y después del blanqueamiento, y fue increíble ver la masiva desaparición de corales blandos", dice el biólogo marino Hudi Benayahu, director de la Escuela de Estudios Ambientales Porter, de la Universidad de Tel Aviv, Israel. "No te puedes imaginar que ése haya sido el mismo sitio. Sólo habían pasado dos años y toda el área estaba desierta, sin vida".

Los corales blandos son comunes en la zona zoogeográfica del océano Indo–Pacífico (ver infografía), donde Benayahu enfoca su investigación. De todos modos, los esfuerzos para clasificar los corales blandos del mundo todavía están en vías de ejecución y muchas especies aún son desconocidas para los científicos. Benayahu y otros expertos dicen que si el blanqueamiento continúa intensificándose, todas las especies de coral blando podrían extinguirse incluso antes de que sean descubiertas.
Pérdida de color
Las causas del blanqueamiento de coral son, a grandes rasgos, las mismas para los corales duros y blandos. Pequeños cambios en la temperatura o salinidad del agua pueden dañar la beneficiosa relación que existe entre los corales y las algas –llamadas zooxanthellae–, que viven en sus tejidos.

Esto causa que las algas se vayan y, sin ellas, los corales eventualmente mueren. En los corales duros la pérdida de animales vivos dentro de sus exoesqueletos (esqueletos externos), provoca que los arrecifes que alguna vez eran coloridos ahora luzcan completamente blancos. Pero debido a que sus exoesqueletos permanecen, los corales duros pueden a veces regenerarse después de algún fenómeno de blanqueamiento. En cambio, en los corales blandos, que son mucho más sensibles, el blanqueamiento usualmente los "limpia" para siempre.

"Una vez que los corales blandos desaparecen, todo el ecosistema es amenazado", explica Benayahu. "Muchos organismos están asociados con los corales. Una vez que el anfitrión desaparece, todos los organismos asociados desaparecen también". Además de esto, algunas algas dañinas –que compiten con corales, llamadas macroalgas– pueden establecerse sobre los arrecifes secos, impidiendo la larvación de corales y, por ende, el crecimiento de colonias.

Los corales blandos alguna vez cubrieron el 50 o 60 por ciento de algunos sitios estudiados por Benayahu. Hoy, esto ha disminuido a un promedio de cinco por ciento. "Me temo que ya hemos perdido conocimiento de la real diversidad de algunos sitios", comenta. "Hay un vacío inmenso en nuestro conocimiento sobre los corales blandos. Pero es demasiado tarde, nosotros realmente hemos perdido el bote".

Benayahu y otros expertos coinciden en que los eventos de blanqueamiento, tales como uno ocurrido en 1988, que provocó la mayor muerte de corales de la que se tiene registro, han sido intensificados con los cambios climáticos del mundo.

Nick Polunin, cientista marino de la Universidad de Newcastle, Reino Unido, dice que el continuo daño a los arrecifes de coral debido al blanqueamiento podría afectar las redes de alimento y provocar la extinción de especies de peces. Polunin también esgrime la posibilidad de que la pérdida de alguna de las especies principales (también llamadas angulares) de un ambiente de arrecifes podría afectar dramáticamente todo el ecosistema. "Cuando tú pierdes una de éstas especies angulares, entonces podrías estar en un terreno mucho más difícil en términos de recuperación", dice Polunin.

Maoz Fine, del Instituto Interuniversitario de Ciencias Marinas de Eilat, Israel, agrega que el calentamiento global podría someter a la mayoría de los arrecifes a fatales aumentos de temperatura en el año 2030. "La tarea más importante debería ser preparar a los arrecifes para los dramáticos cambios climáticos", plantea Fine. "Si queremos ver arrecifes en el futuro próximo, debemos eliminar todas las perturbaciones como el exceso de pesca, el incremento de turistas, las aguas residuales, y varias más. Muchas pueden ser prevenidas, y esto definitivamente incrementaría la capacidad regenerativa de los arrecifes".

Alarma científica
Hace ya varios años que los científicos se están refiriendo a la desaparición de los arrecifes coralinos. En el año 2000, durante un encuentro mundial realizado en Bali (Indonesia), expertos de la organización ecologista Greenpeace presentaron un estudio donde pronosticaban que el calentamiento global destruiría la mitad de los arrecifes de coral de todo el mundo antes del año 2020, y que sus consecuencias serían devastadoras para las economías del Pacífico.

Maty Milstein
Revista del Domingo
El Mercurio-Chile

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